El problema de la educación musical en España

 Bienvenidos/as de nuevo a mi blog :) 

Esta semana me gustaría compartir una publicación que ha llegado a mi por Instagram, y me gustaría a la vez que comentarla, principalmente contar mi experiencia personal. 

La noticia que ha dado pie a esta entrada ha sido extraída de "El Confidencial" (pincha para poder ver la noticia)


Quiero dejar claro antes de empezar que esto no es más que mi opinión contada desde mi propia realidad. 

A los ochos años decidí apuntarme al Conservatorio en la especialidad de oboe. Al venir de una familia entera de músicos, mi padre con el oboe, mi madre con el clarinete y mi hermano con la percusión, yo vivía la música con mucha ilusión,porque por fin iba a ser uno de ellos, por fin iba a poder tocar con ellos en las procesiones, en los conciertos, en la feria, etc. En estos años pasé los mejores y los peores momentos de mi vida. 

Durante esos 10 años que pasé en el conservatorio fui viendo como cada año dejaba de ver caras conocidas que habían decidido dejarlo. Todos alguna vez lo pensamos, ya sea por el agobio, por algún suspenso o por alguna crítica. Mientras más alto era el nivel, menos gente había. Normal. Hay algunos profesores que directamente carecen de humanidad, que se olvidan que todavía prácticamente somos niños y que tenemos sentimientos. 

Primaria es una etapa aceptable en relaciones con compaginar el Conservatorio con el colegio, pero te replanteabas el por qué tantas horas y por qué no podías estar jugando en el parque con tus amigos. Pero al fin y al cabo tienen que crear profesionales. 

                                                   Cuando llegas a la ESO se complica.

Las asignaturas se complican tanto en el instituto como en el Conservatorio, las épocas de exámenes se juntan, totalmente descartado el salir porque sino en clase riña por no estudiar lo suficiente, ¿Tienes un día malo? estudia más, ¿Estás mala? eso es cuento porque no has estudiado. 

No digo que todo los profesores sean así, para nada. En el conservatorio yo he tenido algunos de los mejores profesores de mi vida, esas personas que te entendían , te preguntaban, ¿No has podido estudiar porque tienes muchos exámenes? no pasa nada hacemos otra cosa mas floja, ¿Te encuentras mal? no pasa nada, hoy hacemos otra cosa que no requiera tanto esfuerzo. 

Profesores como estos son los necesarios, que te animes a seguir adelante cuando ni tú crees en ti misma, que cuando termines de tocar y ven lo bien que lo has hecho te digan "sabía que lo ibas a conseguir", que vean en ti un reto y unas ganas inmensas de conseguirlo y de trabajar en él. 

Pero por desgracia no todo son así. En estos años me he replanteado el dejar el Conservatorio, por el agobio, por el estrés pero sobre todo por un profesor. A veces, y por desgracia mi caso no es el único, un profesor te quita la ganas de todo, de ir a clase o incluso de tocar tu propio instrumento. 

Es normal que tu le puedas decir a cualquier alumno, "Oye tienes que estudiar o te voy a tener que suspender", o "Esto tráelo un poco mejor para la semana que viene", pero lo que no es normal es salir llorando de una clase porque un profesor te haya hecho sentir una verdadera inútil, porque sí, así nos sentimos, inútiles, porque dedicamos mucho tiempo, más del que los profesores se piensan y con una sola palabra todo ese trabajo lo destrozan.

No es normal que compañeras que ahora están pasando por eso se les quite la ilusiones de tocar, que vean el conservatorio como una obligación cuando debe de ser todo lo contrario, tienes que ir al clase con ilusión. Es muy triste ver como se esfuerzan tanto para que se eche todo a perder sin contar para nada todo el esfuerzo tanto físico como mental que están haciendo. Lo están intentando, y ver como se van apagando cada vez más es desesperante porque realmente no puedes hacer nada. 

Un simple comentario puede dejarte marca toda la vida, y en este caso lo hizo. 

Para poner en contexto mi hermano ha conseguido ser uno de los mejores siempre, gracias a su gran esfuerzo y dedicación, pero él siempre ha tenido claro que el quería tocar en las grandes orquestas. Sin embargo, el dedicarme a la música para mí ha sido siempre una segunda opción, pero nunca la descarté. Es difícil ser la segunda de la familia en pisar el Conservatorio, porque siempre van a existir las comparaciones, y más con un hermano que destacaba tanto gracias a su constancia. 

A lo que quiero llegar es que esta situación era aprovechada por este profesor con comentarios como "no vas a llegar a nada ", "eres la decepción de la familia" o " siempre vas a ser la sombra de tu hermano", comentarios que a día de hoy todavía lucho por superar y que seguramente en mi vida consiga olvidar, sobre todo por la frialdad con la que fueron dichas. 

Ante el agobio de no tener tiempo empiezas a decir a tus amigas la típica frase que todos hemos dicho, "No puedo, tengo ensayo" y se convierte en tu frase más utilizada. Ante esto están las personas que te dicen, ¿Pero y eso para qué sirve?¿De verdad te merece la pena?  Y entonces te empiezas a replantear si llegar a casa llorando después de haber estado desde las 4 de la tarde hasta las 10 de la noche escuchando comentarios y con todo el cansancio tener que ponerte a estudiar porque mañana tienes examen merece realmente la pena.

Pero no todo ha sido malo, para nada. Como dije al principio en el Conservatorio he tenido los peores y los mejores momentos de mi vida. Los mejores porque todo esto los pasaba con gente maravillosa alrededor, gente que ahora es mi segunda familia, con los cuales he compartido más de la mitad de mi vida, tardes enteras, risas, muchas risas y lo que a todos los une allí, el amor que le tenemos a la música y lo que disfrutamos de ella. Realmente el estar con ellos ha sido lo que me ha hecho seguir, porque en esos momentos era muy feliz y recordarlos me hace mucho más feliz al poder ver la familia que hemos creado. 

                                                                   Los últimos cursos 

Los últimos cursos suelen coincidir con los años de Bachillerato, esos años en los que ya de por sí no te da tiempo ni de respirar ya que tienes que llegar a una nota para poder estudiar lo que realmente te gusta, que te acribillan a exámenes y en el que te dan palos por todos lados. 

En el plano del Conservatorio, al ser los últimos cursos, por el punto de vista de una alumna están los que están por obligación de terminar, lo que están ahí porque ya les queda poco y les da pena terminar y los pocos que se quieren dedicar a la música. En esta etapa realmente tiene que preparar para las pruebas de acceso para el superior que ni la mitad ni se lo replantea. 

El nivel de exigencia suben, horarios,  ensayos, el recital, actuaciones, exámenes, ebau, ensayos los fines de semana, ¿Qué quiero estudiar?, no me va a dar la nota, no sé que hacer con mi vida, un suspenso, otro suspenso, "esfuérzate más", "Así no van a sacar ninguna de las dos cosas adelante". 

Es entonces cuando te ves en la obligación de priorizar.

Con esta entrada yo no quiero victimizarme, ni que la gente sienta pena de mi, porque en mi caso yo he sido la que ha decidido estar ahí y muchos menos generalizar, lo que sí pido es que primero: que los profesores entiendan que somos personas, tenemos problemas, tenemos angustias, cosas que nos atormentan, nos bloquean y que en vez de machacar aún más, un, ¿Estás bien? nunca viene mal, estamos sometidos a mucha presión y solo queremos un poco de compresión al fin y al cabo. Y segundo: si alguna vez escuchas a alguna persona quejarse del conservatorio, no la señales, si te dice que no puede salir no le digas qué dramática o yo también estoy muy agobiada y no es para tanto. Muéstrale un poco de apoyo, porque al final lo dicho, un simple comentario nos puede tanto arruinar como alegrar el día. Si ves que a una persona le ha salido bien la actuación, díselo, si la ves agobiada, ayúdala, se está esforzando, seguro que te lo agradecerá. 

Por otra parte, sería interesante hacer algunas innovaciones dentro del sistema educativo como puede ser una escuela en la que puedan hacer las dos cosas a la vez y no tengas que cambiar de centro y tener dos horarios distintos, que estén integrados, como por ejemplo pasa en Alemania o Finlandia. 

Viva la música, y muchas gracias a esos docentes que entienden que somos y queremos ser músicos, no máquinas. 

<3 







                                                      

  

                                 








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